Yapurlandia

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Era un viaje como cualquier otro.

A media noche tome un ADO Platina para trasladarme, con una pequeña mochila, al aeropuerto de Cancun Q.R.

Antes de las 5:00 am ya estaba en la solitaria estación aérea del vecino balneario esperando a que llegarán las chicas de American Air Lines para checar mi eticket, volar a Miami y de ahí a las Vegas. Solo llevo mi comoda "Lezyne" de Cadie así que aborde de inmediato.

Las dos horas de recorrido fueron lo de costumbre, lectura de un libro, hojear las revistas del avión tomar una soda y comer unos cacahuates.

Al fin el avión se enfila para aterrizar en el aeropuerto internacional de Miami.

Cansado por la desvelada y por el largo viaje. En la mano el pasaporte, la visa y los documentos de migración y aduanas.

Hace varias semanas que no me rasuro y no tengo el mejor aspecto cuando me toca entrevista con el oficial de migración.

---"¿Cual es el motivo de su visita a los US?"--- Pregunto el oficial.

--- "Nomas ando de vago"--- (ya pase por este proceso un millón de veces).

--- "Yabbur ¿verdad?"--- pregunto el oficial --- "¿Es un apellido árabe?, ¿ha estado usted en el medio oriente?"---

---"Pues solo en Valladolid"--- Conteste, con fastidio, mientras acariciaba mi barba crecida durante las últimas semanas.

--- ¿Que lleva en esa maleta? --- Interrogo el oficial mientras discretamente apretaba un botón debajo de su escritorio.

---Un Casco, unos calzones y una BOMBA--- No acababa de decir eso cuando tres oficiales cayeron encima de mi inmovilizándome y esposandome mientras yo gritaba asustado con el cachete pegado al piso:

--""¡¡GUAY, GUAY!!""-- en perfecto Yucateco.

Empezaron a sonar unas sirenas !!OUOUUU UOOOO UOOO¡¡ Aventaron lejos mi maleta mientras la gente gritaba y los oficiales acordonaban el aérea y por el sonido ordenaban la evacuación del aeropuerto.

---"¡¡This is not a simulation!!" ---

En tanto un tipo todo protegido como catcher de béisbol con careta de soldador; se acercaba con un robot a mi maleta.

No alcance a ver más pues me levantaron entre dos oficiales y me llevaron arrastrando a una sala de interrogatorio.

"¡¡Voy a perder mi conexión a Las Vegaaaas!!" --- gritaba mientras me sentaban en una sala de interrogatorio con grandes espejos.

Una media hora después entro un oficial con mi mochila y empezó a sacar mis cosas una por una.

--¿Que es esto?-- "Un casco"

---¿ Y esto?--- "Mis calzones"

--- ¿Y Esto?--- "Mi bomba"

--- El oficial pego un brinco hacia atrás de la mesa---

"¿Queee? ¡Es la bomba para inflar las llantas de mi bici!"

"¡Mare! ¡Estos gringos como son de exagerados!"

Por supuesto este es solo un cuento para mis cuatro lectores.